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Una mujer y su hija salvan la vida gracias a la intervención de urgencia que reventó la reja de la ventana que les impedía salir de su piso en llamas
Eran poco más de las dos de la madrugada cuando Nicole Pulliger gritaba con todas sus fuerzas aferrada a su hija Lorena, de cuatro años, y a una reja con barrotes que las encarcelaba en el dormitorio mientras las llamas del incendio consumían su hogar. El fuego se inició en su piso de la calle Gardenia, 19 en El Chaparral (Albolote), mientras dormían en la madrugada del día 11 de diciembre.
Nicole escuchó al perro ladrar desesperadamente, se despertó, abrió la puerta del dormitorio y descubrió que su piso estaba en llamas. En unos segundos, asegura que despertó a su pequeña hija, y abrió la puerta del balcón, pero tenía una reja con la llave echada, y las llaves de la cerradura estaban en el salón, que era una bola de fuego. Comprendió que estaban literalmente encarceladas.
La Policía Local de Albolote, junto con una patrulla de la Guardia Civil, llegaron enseguida, alertados por el 112, que avisó también a Bomberos y a los servicios sanitarios. Tras entrar en el bloque rápidamente comprendieron que era imposible acceder al piso incendiado por la puerta de entrada, ya que tenía una puerta de hierro que estaba cerrada.
Decidieron llamar al vecino del piso 1º D, que abrió enseguida. Desde el patio de este piso, los dos agentes de la Policía Local y uno de los dos guardias civiles, saltaron dos patios, hasta llegar a su destino. El otro guardia civil se quedó coordinando el dispositivo. Según el policía local Natalio Moreno, «ha sido el servicio de mi vida». Nunca olvidará la cara de la mujer y su niña, ennegrecidas por el humo y con el pelo chamuscado, a las que tuvo que estuvo mojando con una goma de agua que encontró en el patio, para impedir que se quemaran, pues la reja impedía sacarlas, hasta que llegaron sus compañeros y la reventaron. Una vez rescatada, Nicole describió que «sentía que el calor del fuego me chamuscaba el pelo y el cuerpo».
Nicole asegura que es poco el agradecimiento que les ha escrito en una carta y el ramo de flores que les ha regalado a los cuatro agentes que intervinieron en el rescate. Añade que lo ha perdido todo. Ha perdido todo lo que tenía en su vida, incluso los cuatrocientos y pico euros que tenía ahorrados, toda su ropa y pertenencias, recuerdos, e incluso dos décimos de Lotería de Navidad, con los que intentaba cambiar de vida, probando suerte el próximo día 22 de diciembre.
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