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Los ojos y las rodillas son la parte más afectada en la práctica del esquí La alimentación es importante para prevenir las lesiones
El invierno es la época preferida de los esquiadores. Los fines de semana, los festivos y cualquier día es bueno para que suban a practicar su deporte preferido. Pero no sólo ellos se benefician de la nieve sino que son muchas las personas que, aún sin saber esquiar, suben a las estaciones de esquí para disfrutar de un día en la nieve aunque sea desde un restaurante o la zona de ocio de los niños.
Pese a lo bonito que se ve el esquí y lo fácil que parece deslizarse por la nieve, no es nada fácil y, sobre todo, no está exento de riesgos. Los esquiadores tienen que tener cuidado con las lesiones y los golpes. Pero también todas las personas que suben a la nieve tienen que tener una protección que en caso de no respetar puede afectar directamente a su salud.
La parte del cuerpo que más hay que proteger en la nieve son los ojos ya que las radiaciones ultravioleta y los traumatismos pueden causar lesiones a veces irreparables.
Así lo advierte la oftalmóloga del hospital Vithas La Salud de Granada Inmaculada Gascón. Las radiaciones pueden causar lesiones agudas y crónicas como queratitis actínica, también llamada la ceguera de la nieve, cataratas, daños en la retina o quemaduras, que pueden causar lesiones permanentes o irreversibles igual al efecto de mirar directamente al sol durante un eclipse. "El 80% de la radiación ultravioleta se refleja y cada vez que subimos 1.000 metros aumenta un 10% más", asegura la doctora.
La radiación ultravioleta B es la que puede ocasionar daños a nivel de la córnea, que aunque filtra parte de la misma no evita que entre algo de radiación. Después hay un segundo filtro en el ojo que es el cristalino, que filtra hasta un 2% más de radiación. Después, todo lo que pase de ahí afecta directamente al ojo y puede generar lesiones.
Pero no sólo la radiación, los golpes directos en la cara o la cabeza cuando un esquiador cae en la nieve también pueden tener efectos en la visión como fracturas orbitarias, hemorragias, desprendimientos de retina, perforaciones o cataratas. Eso de forma directa porque hay también lesiones indirectas en otras partes del cuerpo que pueden afectar a la visión.
"Los traumatismos son menos frecuentes y en cuando a las lesiones por la radiación, la queratitis actínica es de las más habituales", matiza la doctora.
Y todo tiene una fácil prevención: el uso de gafas adecuadas para la nieve. Todas las personas que acudan a una estación de esquí deben de llevar unas gafas adecuadas a la nieve. "Son imprescindibles", dijo Gascón. La elección de las gafas debe ser adecuada. Así, tiene que tener un filtro III o IV para que no deje pasar la radiación ultravioleta, que sea envolvente para que no quede hueco libre y que sean resistentes a impactos.
"Dos horas en la sierra sin gafas es suficiente para tener una lesión", aseguró la especialista. Con los niños hay que tener más precaución ya que el cristalino del ojo es todavía transparente y no filtra tanta radiación.
Pero no sólo hay que proteger los ojos. También todo el cuerpo incluso con alimentación especial.
Felipe Segura, médico del deporte de La Salud, asegura que el esquí es un "deporte de riesgo en el que se somete al cuerpo a un estrés por la altura y la ejecución complicada", algo que puede factura si no hay un entrenamiento previo.
Lo fundamental es la hidratación, porque "sensación térmica y la humedad hacen que no se tenga sed, por lo que puede correr riesgo de deshidratación, lo que ocasiona mayores lesiones musculares", acotó el facultativo. Así, se recomienda tomar bebidas isotónicas y agua cada dos horas.
Antes de la práctica del deporte, una hora antes, se recomienda ingerir carbohidratos como pasta, arroz, cereales o legumbres y fruta. Después, fruta también y una carga de carbohidratos con carnes rojas y ave para aumentar las proteínas.
Pese a lo bonito que se ve el esquí y lo fácil que parece deslizarse por la nieve, no es nada fácil y, sobre todo, no está exento de riesgos. Los esquiadores tienen que tener cuidado con las lesiones y los golpes. Pero también todas las personas que suben a la nieve tienen que tener una protección que en caso de no respetar puede afectar directamente a su salud.
La parte del cuerpo que más hay que proteger en la nieve son los ojos ya que las radiaciones ultravioleta y los traumatismos pueden causar lesiones a veces irreparables.
Así lo advierte la oftalmóloga del hospital Vithas La Salud de Granada Inmaculada Gascón. Las radiaciones pueden causar lesiones agudas y crónicas como queratitis actínica, también llamada la ceguera de la nieve, cataratas, daños en la retina o quemaduras, que pueden causar lesiones permanentes o irreversibles igual al efecto de mirar directamente al sol durante un eclipse. "El 80% de la radiación ultravioleta se refleja y cada vez que subimos 1.000 metros aumenta un 10% más", asegura la doctora.
La radiación ultravioleta B es la que puede ocasionar daños a nivel de la córnea, que aunque filtra parte de la misma no evita que entre algo de radiación. Después hay un segundo filtro en el ojo que es el cristalino, que filtra hasta un 2% más de radiación. Después, todo lo que pase de ahí afecta directamente al ojo y puede generar lesiones.
Pero no sólo la radiación, los golpes directos en la cara o la cabeza cuando un esquiador cae en la nieve también pueden tener efectos en la visión como fracturas orbitarias, hemorragias, desprendimientos de retina, perforaciones o cataratas. Eso de forma directa porque hay también lesiones indirectas en otras partes del cuerpo que pueden afectar a la visión.
"Los traumatismos son menos frecuentes y en cuando a las lesiones por la radiación, la queratitis actínica es de las más habituales", matiza la doctora.
Y todo tiene una fácil prevención: el uso de gafas adecuadas para la nieve. Todas las personas que acudan a una estación de esquí deben de llevar unas gafas adecuadas a la nieve. "Son imprescindibles", dijo Gascón. La elección de las gafas debe ser adecuada. Así, tiene que tener un filtro III o IV para que no deje pasar la radiación ultravioleta, que sea envolvente para que no quede hueco libre y que sean resistentes a impactos.
"Dos horas en la sierra sin gafas es suficiente para tener una lesión", aseguró la especialista. Con los niños hay que tener más precaución ya que el cristalino del ojo es todavía transparente y no filtra tanta radiación.
Pero no sólo hay que proteger los ojos. También todo el cuerpo incluso con alimentación especial.
Felipe Segura, médico del deporte de La Salud, asegura que el esquí es un "deporte de riesgo en el que se somete al cuerpo a un estrés por la altura y la ejecución complicada", algo que puede factura si no hay un entrenamiento previo.
Lo fundamental es la hidratación, porque "sensación térmica y la humedad hacen que no se tenga sed, por lo que puede correr riesgo de deshidratación, lo que ocasiona mayores lesiones musculares", acotó el facultativo. Así, se recomienda tomar bebidas isotónicas y agua cada dos horas.
Antes de la práctica del deporte, una hora antes, se recomienda ingerir carbohidratos como pasta, arroz, cereales o legumbres y fruta. Después, fruta también y una carga de carbohidratos con carnes rojas y ave para aumentar las proteínas.
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