MALAGA HOY
Los restaurantes prevén no contratar a un 20% del personal eventual de la campaña navideña por los efectos de la huelga En los barrios ayer aún no se notaba el paro
En las primeras horas de la huelga, la suciedad aún apenas dejaba su huella en muchos de los barrios de la capital. En algunas calles se podían ver contenedores llenos, pero la mayoría estaban cerrados con el mismo aspecto que un día cualquiera. El viento de la noche anterior no ayudó y cartones, papeles o bolsas, junto a las hojas otoñales, rompían una imagen general de cierta limpieza . Pero en el centro, la cosa cambiaba. La concentración de restaurantes y tiendas se hacía evidente en la gran cantidad de residuos depositados en los contenedores y sus inmediaciones.
Los servicios mínimos del 65% en el casco histórico no fueron suficientes y los hosteleros pidieron una reunión de urgencia con la sección de hostelería y comercio de UGT para solicitarle su mediación en la negociación con su compañero Manuel Belmonte, presidente del comité de empresa de Limasa. El objetivo, desconvocar una huelga que "va a suponer un gran perjuicio empresarial, a los trabajadores, a los vecinos y a los turistas". Desde las asociaciones Aehma, Aserca y Abemus consideraron que "no es ajustada a derecho el convocar una huelga para ejercer unos derechos en detrimento de otros" y temieron las pérdidas que puede sufrir el sector en una fecha clave como la Navidad.
De hecho, calcularon ayer que se dejaría de contratar el 20% del personal eventual que restaurantes, y tiendas necesita para estos días. "Se perderán unos 400 empleos sólo en el centro", explicó ayer José Luis Ramos, presidente de Aehma, que criticó lo infructuoso de la reunión con UGT. "Si no defienden al sector que representan, los empresarios de hostelería de Málaga nos levantamos de la mesa de la negociación del convenio colectivo", aseguró Ramos, que tachó de "insolidarios" al colectivo que está protestando "no porque se esté hablando de despidos, sino por perder 400 euros al año".
En la Plaza de las Flores, en el entorno de las calles Camas, Beatas, Granada, Molina Larios la huelga dejaba ya su evidencia con muchas bolsas sin recoger en la mañana de ayer. Por la tarde, se pudieron ver agentes de la Policía Local para evitar actos de vandalismo como la quema de contenedores . Y las asociaciones de vecinos y comerciantes del centro histórico también mostraron su malestar. En algunos restaurantes ya se están produciendo las primeras cancelaciones de reservas navideñas, según explicó José Luis Ramos. "La gente en vez de venir al centro, se irá fuera del término municipal de Málaga, es evidente", temió ayer el presidente de Aehma.
En el entorno de La Trinidad reinaba la normalidad, aunque los comerciantes ya estaban temiendo los efectos del paro de Limasa en los próximos días. "La gente evita los contenedores y el mal olor, y nosotros tenemos un cubo en la puerta", explicaban los dueños de Confecciones Toylo, en la calle Pelayo, que cada mañana emplean un rato en fregar su puerta y quitar los chicles de la acera. En otras huelgas han visto ratas y moscas planeando cerca de sunegocio y no querrían que se repitiese.
En la calle Martínez de la Rosa dos operarias de Limasa barrían las hojas secas como parte del 40% de servicios mínimos y aseguraban que habían sentido el apoyo de los vecinos. "Hasta ahora muy bien, nos temíamos comentarios ofensivos, pero no hemos tenido problemas", decían. "Debemos luchar por nuestros derechos, si cedemos una y otra vez nos lo quitarán todo", apuntaban al tiempo que querían subrayar que "la gente piensa que cobramos más, pero tenemos un sueldo normal, de unos 1.300 euros". Ellas, que barren 10 kilómetros al día, esperaban que la solución llegase pronto porque "perdemos todos, los que hacemos la huelga y los que la sufren".
En Los Guindos baldeaban a media mañana. Una operaria con un contrato temporal que le cumple en enero explicaba su pánico al ERTE. También comentaba que en zonas como La Paz la mañana se desenvolvía sin problemas. "Todavía no se nota, pero en dos días esto será otra historia, el lunes se notará muchísimo", decía esta trabajadora que notó cierto apoyo ciudadano. Sin embargo, los comentarios eran muy distintos en algunas tiendas de Ciudad Jardín o en la puerta del colegio Doctor Gálvez Moll de La Palmilla.
Los servicios mínimos del 65% en el casco histórico no fueron suficientes y los hosteleros pidieron una reunión de urgencia con la sección de hostelería y comercio de UGT para solicitarle su mediación en la negociación con su compañero Manuel Belmonte, presidente del comité de empresa de Limasa. El objetivo, desconvocar una huelga que "va a suponer un gran perjuicio empresarial, a los trabajadores, a los vecinos y a los turistas". Desde las asociaciones Aehma, Aserca y Abemus consideraron que "no es ajustada a derecho el convocar una huelga para ejercer unos derechos en detrimento de otros" y temieron las pérdidas que puede sufrir el sector en una fecha clave como la Navidad.
De hecho, calcularon ayer que se dejaría de contratar el 20% del personal eventual que restaurantes, y tiendas necesita para estos días. "Se perderán unos 400 empleos sólo en el centro", explicó ayer José Luis Ramos, presidente de Aehma, que criticó lo infructuoso de la reunión con UGT. "Si no defienden al sector que representan, los empresarios de hostelería de Málaga nos levantamos de la mesa de la negociación del convenio colectivo", aseguró Ramos, que tachó de "insolidarios" al colectivo que está protestando "no porque se esté hablando de despidos, sino por perder 400 euros al año".
En la Plaza de las Flores, en el entorno de las calles Camas, Beatas, Granada, Molina Larios la huelga dejaba ya su evidencia con muchas bolsas sin recoger en la mañana de ayer. Por la tarde, se pudieron ver agentes de la Policía Local para evitar actos de vandalismo como la quema de contenedores . Y las asociaciones de vecinos y comerciantes del centro histórico también mostraron su malestar. En algunos restaurantes ya se están produciendo las primeras cancelaciones de reservas navideñas, según explicó José Luis Ramos. "La gente en vez de venir al centro, se irá fuera del término municipal de Málaga, es evidente", temió ayer el presidente de Aehma.
En el entorno de La Trinidad reinaba la normalidad, aunque los comerciantes ya estaban temiendo los efectos del paro de Limasa en los próximos días. "La gente evita los contenedores y el mal olor, y nosotros tenemos un cubo en la puerta", explicaban los dueños de Confecciones Toylo, en la calle Pelayo, que cada mañana emplean un rato en fregar su puerta y quitar los chicles de la acera. En otras huelgas han visto ratas y moscas planeando cerca de su
En la calle Martínez de la Rosa dos operarias de Limasa barrían las hojas secas como parte del 40% de servicios mínimos y aseguraban que habían sentido el apoyo de los vecinos. "Hasta ahora muy bien, nos temíamos comentarios ofensivos, pero no hemos tenido problemas", decían. "Debemos luchar por nuestros derechos, si cedemos una y otra vez nos lo quitarán todo", apuntaban al tiempo que querían subrayar que "la gente piensa que cobramos más, pero tenemos un sueldo normal, de unos 1.300 euros". Ellas, que barren 10 kilómetros al día, esperaban que la solución llegase pronto porque "perdemos todos, los que hacemos la huelga y los que la sufren".
En Los Guindos baldeaban a media mañana. Una operaria con un contrato temporal que le cumple en enero explicaba su pánico al ERTE. También comentaba que en zonas como La Paz la mañana se desenvolvía sin problemas. "Todavía no se nota, pero en dos días esto será otra historia, el lunes se notará muchísimo", decía esta trabajadora que notó cierto apoyo ciudadano. Sin embargo, los comentarios eran muy distintos en algunas tiendas de Ciudad Jardín o en la puerta del colegio Doctor Gálvez Moll de La Palmilla.
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