SUR.ES
Una mujer lo ha denunciado por exhibicionismo ante su nieta de 8 años, a la que al parecer solía regalar golosinas
A David Cassidy se le acumulan las denuncias. El presunto pederasta británico fue detenido ayer, por tercera vez en solo 17 días, acusado en esta ocasión de exhibicionismo ante una niña de 8 años en Estepona. Tras declarar en el juzgado de guardia, quedó de nuevo en libertad con cargos, según confirmaron a SUR fuentes judiciales.
Los hechos que han motivado esta nueva detención habrían ocurrido a finales del pasado verano, aunque han salido a la luz ahora tras conocerse el turbio pasado de Cassidy, que tiene 78 años y está impedido. Este lunes, una mujer acudió a la comisaría de Estepona para poner en conocimiento de la policía lo sucedido. Lo hizo acompañada de una profesora de su nieta a la que, al parecer, la niña también le contó el episodio.
La abuela de la menor relató a los agentes que Cassidy solía regalarle «golosinas» a la pequeña cuando ésta pasaba junto a su puerta, siempre en presencia de su madre. «En una ocasión, incluso, le dio una moneda de dos euros», explicó ayer la mujer a este periódico, que aseguró sentirse «intranquila» de que el británico siga viviendo en Estepona. «Ahora pienso que se estaba camelando a mi nieta durante todo ese tiempo», apostilla.
Un día, cuando la niña jugaba con sus amigas, observó que un señor las estaba vigilando mientras leía un libro en la puerta de su casa. Era el supuesto pederasta. Según la versión de la denunciante, él la llamó para darle una chuchería. Pero, en aquella ocasión, pasó de ser un simple regalo. Cuando la menor se acercó, Cassidy presuntamente le mostró los pantalones y parte de los calzoncillos.
La pequeña no reveló aquel episodio a su familia. No lo hizo hasta que, la semana pasada, se supo que el británico estaba reclamado por las autoridades de su país acusado de organizar orgías con menores y agredir sexualmente a una niña, y que también había sido denunciado por supuestos abusos a dos hermanas en Estepona. Fue detenido por ambos casos -los días 8 y 18- y las dos veces quedó en libertad por su delicado estado de salud. Tiene la pierna derecha rota por tres sitios y se desplaza con ayuda de una silla de ruedas.
Al parecer, cuando la profesora de la última menor habló a sus alumnos de Cassidy, la pequeña le contó que a ella le había hecho «regalos» y se echó a llorar. «Temía que yo le regañara por aceptar algo de un extraño, porque siempre le digo que no lo haga», apunta su abuela.
Ayer por la mañana, agentes de la Policía Nacional se desplazaron al domicilio de Cassidy para detenerlo. Fue trasladado a comisaría y, por la tarde, compareció ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Estepona. La magistrada decretó su puesta en libertad con cargos, ya que la pena a la que se podría enfrentar por este último caso sería de 6 a 12 meses, según aclararon fuentes judiciales. Al salir del juzgado, Cassidy, visiblemente enfadado y muy desmejorado, declaró a SUR: «Esta señora se lo ha inventado todo».
Comentarios
Publicar un comentario