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El crecimiento de las grandes localidades permitió que Extremadura ganara 6.260 habitantes de 2008 a 2013

Basta con comparar la evolución de las dos provincias. Mientras que la pacense creció en 8.483 habitantes (1,24% más), la cacereña perdió 2.223 (0,53% menos). En el primer caso, pasó de 685.246 personas el 1 de enero de 2008 a 693.729 en la misma fecha de 2013; y en el segundo bajó de 412.498 a 410.275.
En la provincia de Badajoz se aprecia una concentración en los grandes municipios. De las 164 localidades que existían en 2008 (a 1 de enero de 2013 ya había una más), 123 han perdido población y 41 la han ganado o siguen igual. En este grupo destaca el caso de Mérida, que ha crecido un 6,26%. A continuación se encuentran Almendralejo (5,8%) y Don Benito (5,13%). Badajoz también subió, pero perdió habitantes en 2012 debido a la segregación de Guadiana del Caudillo, lo que le restó 2.500 empadronados. Si se deja al margen el efecto de esta localidad, tuvo un crecimiento del 4,28%. Por último, la quinta localidad con más de 20.000 habitantes, Villanueva de la Serena, aumentó su población un 2,27%. Los municipios de tamaño medio, como Zafra, Villafranca de los Barros, Olivenza y Montijo, ganaron habitantes.
En cuanto al resto de poblaciones, hay que subrayar el caso de Lobón, que creció un 7,95% entre 2008 y 2013 al ganar más de 200 habitantes. No se trata de un caso único en las Vegas Bajas, puesto que Valdelacalzada (4,16%), Puebla de la Calzada (3,98%) y Talavera la Real (3,73%) también lideraron las subidas en la provincia.
En el apartado contrario, entre las localidades que perdieron habitantes el caso más significativo es el de Azuaga, que tuvo un retroceso del 5,20%. Castuera, con un 4,93%; Jerez de los Caballeros, con el 4,5%; Campanario, con un 4,18%; y Alburquerque, con el 4,13%, también bajaron en población.
Dispersión en Cáceres
En la provincia cacereña el crecimiento de las grandes ciudades no fue tan destacado en comparación con localidades de tamaño medio y bajo, mientras que la pérdida de población fue más acusada en algunos casos concretos. De 219 municipios, 56 ganaron habitantes y 163 perdieron.
En Cáceres hay más municipios que en Badajoz, pero tienen un tamaño menor. Las variaciones no son significativas, pero implican una gran variación. Eso explica que Berrocalejo haya crecido un 36% entre 2008 y 2013, aunque en realidad sólo ha ganado 36 habitantes. Más importante es la subida de Almaraz, un 29%, al pasar de 1.250 a 1.614 empadronados. También destacan Rosalejo (14,71%), Riolobos (14,10%) y Cabezuela del Valle (13,17%).
En cuanto a las grandes localidades, Cáceres creció un 4% y Plasencia un 2,5%. Navalmoral de la Mata y Coria también ganaron población, pero apenas un 1%.
Respecto a las bajadas, la más destacada es la de Trujillo, con un 7,86%, al pasar de 9.860 a 9.085 habitantes. En localidades más pequeñas la repercusión es mayor, ya que unas decenas implican cambios sustanciales. Es lo que ocurrió en Aldeacentenera, con un 17,3%, y Arroyomolinos, con un 15,26%. Y también se produjo un caso opuesto al de Berrocalejo: Campillo de Deleitosa perdió 32 inscritos, un 37% del total.
En porcentaje, la mayor caída de la provincia tuvo lugar en Galisteo. Perdió más de mil habitantes, la mitad de su población. Pero se debe sobre todo a la segregación de la entidad de Alagón del Río en el año 2009. Algo similar le ocurrió a Moraleja, que en el periodo citado perdió 869 empadronados (más de un 10%) debido a la creación de Vegaviana el mismo año.
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