El histórico barco de vapor Willow -semihundido en el Puerto Deportivo de Benalmádena desde 2019- sigue trayendo de cabeza a la entidad municipal, que tendrá que pagar 300.000 euros a su propietario por las pérdidas ocasionadas tras su hundimiento.Asimsimo, serán los dueños del barco los que tendrán que abonar cerca de 90.000 por una deuda pendiente con el Puerto. La concejala responsable, Encarnación Cortés, ha informado de que a pesar de ello la entidad se querellará por estafa procesal y falsedad documental contra su propietario después de que -en su criterio- éste reclamara una cantidad millonaria esgrimiendo documentos «sin ningún tipo de validez jurídica». Este anuncio se produce, según Cortés, ante la evidencia de los hechos y tras la celebración de un juicio en el que se pedían más de 13,5 millones de euros al Puerto en base a un supuesto contrato millonario de alquiler con un tercero. Un juicio, eso sí, en el que se ha dado parte de razón a la empresa propietaria y parte al Puerto.
«Este supuesto contrato no se aportó con la demanda, facilitándose únicamente un documento impreso en un ordenador sin firma alguna y, pese a llamarse contrato de arrendamiento, no se acreditó ni el pago de la fianza ni el pago de cantidad alguna que demostrara la existencia real del citado contrato», argumenta la concejala, que recalca que jamás se había reclamado con antelación al Puerto Deportivo cantidad alguna en virtud de dicho contrato, «no habiéndonos informado de su existencia, y ni siquiera declaró en el juicio persona alguna que lo hubiera firmado», añade.
Además, y siempre según el relato municipal, un perito economista acreditó que la empresa arrendataria no podía cumplir con lo que decía el contrato, tanto por encontrarse en causa de disolución como por tener un expediente abierto en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que anunciaba a los inversionistas que no reunía los requisitos necesarios para contratar, alegando la parte contraria que la operación se realizaría con criptomonedas. «Tampoco se aportó ningún documento que acreditara ni tan siquiera la negociación previa con esa compañía», matiza Cortés.
Por todo ello, el Puerto Deportivo impugnó la validez del documento en la contestación a la demanda, y recurrió su admisión fuera de plazo. «Aunque hayan reclamado más de 13 millones de euros y solo se haya estimado la cantidad neta en torno a 300.000, lo que supone una estimación de apenas un 2 por ciento, Puerto Deportivo quiere mostrar su desacuerdo con el contenido de la sentencia, y por ello anunciamos que presentaremos el recurso de apelación correspondiente para solicitar la desestimación de la demanda», anuncia la concejala, que insiste en que esta sentencia inicial sí ha estimado la solicitud del Puerto Deportivo para el desalojo inmediato de la embarcación del atraque que actualmente ocupa y, en caso de la imposibilidad de su reflote, su desguace y retirada de resto.
Semihundido desde 2019
El popular barco de vapor Willow, construido a comienzos del siglo XX para surcar el río Mississippi y anclado en Puerto Marina desde hace décadas, lleva hundido parcialmente desde marzo de 2019, cuando un temporal le golpeó duramente y dañó su casco. Durante años funcionó como discoteca flotante, aunque el Ayuntamiento de Benalmádena había solicitado su desalojo al llevar tiempo sin actividad.
El Mississippi Willow, donde también se han habilitado negocios de hostelería e incluso un club de alterne clandestino, presentaba ya entonces un evidente estado de deterioro por la falta de mantenimiento, una situación que ya había sido notificada a las administraciones implicadas y a su propietario. Se trata de uno de los pocos barcos de vapor históricos que pueden contemplarse en los puertos europeos. Fue remodelado en Liverpool antes de embarcar hasta Benalmádena.
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