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LA POLUCIÓN LOS BUSES EN MARIN OCETE AFECTA A NIÑOS DE UN COLEGIO

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Los vecinos de la calle donde estacionan las líneas metropolitanas y urbanas amplían la denuncia ante el fiscal por el perjuicio a los alumnos
Los vecinos de la calle Rector Marín Ocete no están dispuestos a dar
la batalla por perdida contra la polución acústica y ambiental que
soportan a diario. A la denuncia que presentaron en mayo de 2015 ante la
fiscalía provincial, en la que responsabilizaban al Ayuntamiento de
Granada de permitir una dársena de autobuses en esa vía que
presuntamente genera un nivel de ruido y gases contaminantes muy
elevado, siguió una ampliación de la denuncia en diciembre pasado. Han
constatado que la citada dársena carece de licencia municipal. Con ello
infringiría la Ley de Gestión Integral de la Calidad Ambiental de
Andalucía de 9 de julio de 2007.
Apenas han pasado tres semanas de la última denuncia, cuando la comunidad de vecinos del número 10 de la citada calle ha vuelto a la carga con una nueva ampliación -la tercera- del escrito. En este último caso, según ha podido conocer este periódico, los vecinos basan su acusación en los daños que tal contaminación produce en los residentes en esa zona y especialmente, en los alumnos de dos colegios, como son el Luis Rosales y el Sagrada Familia. En el escrito hacen alusión en concreto al primero de ellos, puesto que tiene alumnos de tres, cuatro y cinco años que comparten 80 metros lineales en paralelo a la mencionada dársena de autobuses.
Estos niños juegan en el recreo diario preceptivo en una zona que da acceso a la calle Rector Marín Ocete, al aire libre, expuestos a la incidencia directa tanto de la contaminación acústica como la de los gases que emiten los autobuses -urbanos y metropolitanos- que utilizan la mencionada dársena.
En el nuevo escrito de denuncia, se recuerda a la fiscal encargada de Medio Ambiente y Urbanismo que la incidencia de la contaminación en los ciudadanos y especialmente sobre los más pequeños se ha puesto de manifiesto también por parte de la Delegación Territorial de Educación, en la que se insta al Ayuntamiento de Granada a erradicar esa parada de autobuses para evitar así los efectos perniciosos de la contaminación entre los alumnos de ambos centros educativos.
Los vecinos piden a la fiscalía provincial que admita la nueva demanda, que lleva fecha del pasado día 7 del presente mes, «al entender que existen nuevos indicios, como muestra la denuncia efectuada por la Delegación de Educación, que acreditan la perpetración de un delito de contaminación acústica y medioambiental que afecta peligrosamente a los escolares del colegio público Luis Rosales».
Estos autobuses se encuentran operativos cada día desde una hora tan temprana como son las seis de la mañana. Aparecen en la calle, según los denunciantes, en intervalos de 15 minutos o menos y los gases que expelen sus tubos de escape son continuos y claramente visibles, por la gran cantidad de humo que algunos -los más antiguos- arrojan a la atmósfera.
Ofrecen un servicio diario a 13 municipios del cinturón de Granada, que unidos a los recorridos urbanos de los autobuses de la Rober, suman cientos de paradas y salidas desde el mismo punto. Siempre según los datos que constan en las referidas denuncias presentadas por los vecinos ante la fiscalía provincial de Granada.
Apenas han pasado tres semanas de la última denuncia, cuando la comunidad de vecinos del número 10 de la citada calle ha vuelto a la carga con una nueva ampliación -la tercera- del escrito. En este último caso, según ha podido conocer este periódico, los vecinos basan su acusación en los daños que tal contaminación produce en los residentes en esa zona y especialmente, en los alumnos de dos colegios, como son el Luis Rosales y el Sagrada Familia. En el escrito hacen alusión en concreto al primero de ellos, puesto que tiene alumnos de tres, cuatro y cinco años que comparten 80 metros lineales en paralelo a la mencionada dársena de autobuses.
Estos niños juegan en el recreo diario preceptivo en una zona que da acceso a la calle Rector Marín Ocete, al aire libre, expuestos a la incidencia directa tanto de la contaminación acústica como la de los gases que emiten los autobuses -urbanos y metropolitanos- que utilizan la mencionada dársena.
En el nuevo escrito de denuncia, se recuerda a la fiscal encargada de Medio Ambiente y Urbanismo que la incidencia de la contaminación en los ciudadanos y especialmente sobre los más pequeños se ha puesto de manifiesto también por parte de la Delegación Territorial de Educación, en la que se insta al Ayuntamiento de Granada a erradicar esa parada de autobuses para evitar así los efectos perniciosos de la contaminación entre los alumnos de ambos centros educativos.
Los vecinos piden a la fiscalía provincial que admita la nueva demanda, que lleva fecha del pasado día 7 del presente mes, «al entender que existen nuevos indicios, como muestra la denuncia efectuada por la Delegación de Educación, que acreditan la perpetración de un delito de contaminación acústica y medioambiental que afecta peligrosamente a los escolares del colegio público Luis Rosales».
Motores en marcha
Este periódico pudo constatar ayer, de nuevo, que los autobuses
metropolitanos que utilizan la citada dársena no paran los motores
durante el tiempo que esperan a recoger viajeros que utilizan este medio
de transporte para desplazarse desde Granada hasta diferentes
localidades del Área Metropolitana. Y ello pese a que el Consorcio
Metropolitano de Transporte, en una circular interna, ordenó la parada
de los motores mientras los autobuses esperan a los viajeros.Estos autobuses se encuentran operativos cada día desde una hora tan temprana como son las seis de la mañana. Aparecen en la calle, según los denunciantes, en intervalos de 15 minutos o menos y los gases que expelen sus tubos de escape son continuos y claramente visibles, por la gran cantidad de humo que algunos -los más antiguos- arrojan a la atmósfera.
Ofrecen un servicio diario a 13 municipios del cinturón de Granada, que unidos a los recorridos urbanos de los autobuses de la Rober, suman cientos de paradas y salidas desde el mismo punto. Siempre según los datos que constan en las referidas denuncias presentadas por los vecinos ante la fiscalía provincial de Granada.
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